24.3.09
Nos despedimos por tu bien y por el mío, y si te digo adiós no es porque quiera. Te dejo ser feliz aunque muera de pena. Aquí no hay pecadores ni delitos, no era tu obligación amarme. Te lo he dicho: gracias por tanto y todo, te llevaré muy dentro, tu has sido lo mejor y de nada me arrepiento. Adiós y que te valla bien; a mi me quedan esos días para recordar. Adiós, te vas. Es duro, yo lo sé, y aunque no sienta más, sé que ambos lo intentamos, lo quisimos y aquí estamos dejándonos en un adiós la vida.